La Encíclica Laudato Si: proteger nuestra casa común
“Alabado Seas” del Papa Francisco es la primera encíclica sobre Ecología en la historia de la Iglesia Católica. Este Documento de suma relevancia para la sociedad actual, busca remecer nuestras conciencias y cuestionar el modelo de desarrollo actual.
Comienza con una hermosa oración de San Francisco de Asís “Alabado seas mi Señor” que nos recuerda que nuestra casa común es como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos.
Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella.
El Papa Francisco hace un recorrido sobre sus antecesores. El beato Paulo VI en 1971 se refirió a la problemática ecológica, presentándola como una crisis que es una “consecuencia dramática” de la actividad descontrolada del ser humano.
San Juan Pablo II se ocupó de este tema más profundamente, e hizo notar que se pone poco empeño para “salvaguardar las condiciones morales de una auténtica ecología humana. Toda pretensión de cuidar y mejorar el mundo supone cambios profundos en “los estilos de vida, los modelos de producción y de consumo, las estructuras consolidadas de poder que rigen hoy la sociedad”. El auténtico desarrollo humano posee un carácter moral y supone el pleno respeto a la persona humana, pero también debe prestar atención al mundo natural y “tener en cuenta la naturaleza de cada ser y su mutua conexión en un sistema ordenado”.
Benedicto XVI en su Discurso al Cuerpo Diplomático acreditado en la Santa Sede en enero 2007, invitó a “eliminar las causas estructurales de las disfunciones de la economía mundial y corregir los modelos de crecimiento que parecen incapaces de garantizar el respeto del medio ambiente”.
El llamado del Papa Francisco incide en dos puntos fundamentales:
El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar.
Invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todo, porque el desafío ambiental que vivimos y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos.
Los ejes que atraviesa toda la encíclica. vistos desde variadas perspectivas, le dan una fuerte coherencia interna: “la íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta, la convicción de que en el mundo todo está conectado, la crítica al nuevo paradigma y a las formas de poder que derivan de la tecnología, la invitación a buscar otros modos de entender la economía y el progreso, el valor propio de cada criatura, el sentido humano de la ecología, la necesidad de debates sinceros y honestos, la grave responsabilidad de la política internacional y local, la cultura del descarte y la propuesta de un nuevo estilo de vida”.
A continuación vamos a enfatizar algunos aspectos de la Encíclica que sirven de respaldo y guía para nuestra labor institucional en la Amazonía:
Contaminación y cambio climático
Contaminación, basura y cultura del descarte
20. Existen formas de contaminación que afectan cotidianamente a las personas. La exposición a los contaminantes atmosféricos produce un amplio espectro de efectos sobre la salud, especialmente de los más pobres provocando millones de muertes prematuras. Seguir leyendo
Escrito por
El CAAAP fue creado en 1974 por los obispos de la selva para estar al servicio de los pueblos indígenas de la Amazonía.
Publicado en
Institución sin fines de lucro que trabaja al servicio de los pueblos indígenas amazónicos del Perú.